Esta soja texturizada se presenta en forma fina, tiene una textura rugosa, un aspecto seco y crujiente y un color entre marrón claro y dorado.
La soja texturizada se obtiene extrayendo el aceite y eliminando la piel de la soja, después se somete a una serie de procesos hasta conseguir un producto especialmente rico en proteína.
La soja texturizada puede imitar fácilmente a la carne debido a su consistencia, por eso es muy utilizada en dietas veganas o vegetarianas.. Como no tiene apenas sabor admite muy bien cualquier condimento y receta. Se puede utilizar para los espaguetis, albóndigas, croquetas y hamburguesas vegetales.